sábado, 10 de abril de 2010

Sobre las previsiones

Tengo que dejar Camboya antes de tiempo. Noticias buenas, y, de un día para otro, cambiar el billete de avión y acabar con este viaje en 6 días. Record.

Cerrar un viaje así es difícil y duro. Hacerlo tan de repente cuesta aún más... Despedidas prematuras (porque además, aquí son ahora vacaciones, y muchos se han ido ya a pasar unos días fuera... aunque esto tal vez me esté facilitando las cosas, realmente), hasta pronto a muchos y muy grandes amigos, a olores, sonidos, luces, sonrisas, colores, calores...

Siento que me quedan muchas cosas por contaros de todo esto. Algunas las tengo en el ordenador, otras en la cabeza. Otras en el corazón, que no cabrán en estos textos. Trataré de dejarlas por aquí, para que no se pierdan.


Y siento, también, que volveré algún día a esta tierra. A Camboya, este país simple, sencillo. Al que una vez dije cutre, con mis ojos
de occidental, de niña venida de otro lugar y que no comprende pero compara.


Camboya es un país sencillo, simple, llano. Sin magnificencias, sin
grandes paisajes, mutilado de cultura. Y, sin embargo
es, para mí, el más bello y más triste paisaje a la vez.

Es un lugar que ya forma parte de mí y del que no querría desvincularme en mucho, mucho tiempo.


Como me dijo un pajarito un día (gracias por tus palabras siempre):
Camboya no es cutre, es sencilla. Y en su simpleza es donde se encuentra su belleza.

Y tiene toda la razón del mundo.

1 comentario:

  1. chiquilla!!
    una vez me dijeron, "de donde llegas con lagrimas te iras con lagrimas tambien"

    La puerta siguiente ya esta abierta, asi que
    a por los franceses!!

    besos de esta tierra sin tildes

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